La clave está en compartir

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Nuestra sociedad, cada vez más interconectada, ha propiciado cambios profundos en la manera de comunicar de las marcas. Si los 90 estuvieron marcados por la publicidad y los anuncios, el nuevo milenio trajo consigo un nuevo estadio, Internet, y nuevas formas de darse a conocer.

Los consumidores actuales son la generación más exigente respecto a cómo las marcas se dirigen a ellos. No les gusta perder el tiempo, lo quieren todo ya y no quieren aproximaciones sino exactitudes. Es por ello que la publicidad y los anuncios tradicionales han pasado a mejor vida. Más allá de los nostálgicos y hasta tradicionales (el spot de la lotería de Navidad o de Estrella Damm, entre otros), los anuncios molestan y mucho a los consumidores.

¿Y cómo hacer frente a esta nueva sociedad? Los departamentos de marketing entendieron que o se renovaban o morían y se pusieron manos a la obra para analizar esa nueva legión de consumidores que les planteaban un nuevo desafío comunicativo. Fue entonces cuando surgieron los contenidos y los virales y se logró conectar de nuevo marca y consumidor a través del smartphone, el canal del presente y del futuro más inmediato.

Pero esto ya no es suficiente. Ya no basta con sólo conectar con el público y que éste responda de manera positiva. Ahora el objetivo es lograr que esos usuarios, no sólo hagan un consumo individual de ese contenido sino que lo compartan y lo difundan a modo de telaraña entre sus contactos.

Pero, ¿qué hace que un contenido se convierta en viral? Hay tres líneas básicas que suelen funcionar bastante bien: por un lado, los vídeos inspiradores, historias de superación que juega con las emociones del usuario y empatiza con este. Por otro lado, la super oferta, aquella promoción que despierta el interés y provoca la necesidad de compartirlo con otros consumidores. Por último, las historias de actualidad que provocan la admiración o sorpresa del público.

Es evidente que no todos los contenidos son iguales pero si sabemos detectar aquello que provoca el acto de compartir de los consumidores y adaptarlo a nuestra estrategia de comunicación, podremos alcanzar el reto de que nuestra marca salte de smartphone a smartphone.