Mobile Marketing: APP vs WEB

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Las marcas que pretenden tener una mayor presencia mobile optan por adecuar su estrategia de Marketing a la utilización de webs responsive adaptadas a todos los dispositivos como también toman en consideración la utilización de apps que deben descargarse los usuarios y con la que pueden interactuar.

Las páginas web y las aplicaciones móviles pueden parecer muy similares a primera vista, lo que hay que determinar cuál es la más adecuada para cualquier empresa y esto dependerá de una serie de factores, incluyendo audiencias, objetivos, presupuesto disponible y las funciones requeridas.

Una web mobile se distingue por las siguientes características:

  • La inmediatez: El acceso es sin duda rápido puesto que no precisa de ninguna descarga previa, solo necesitamos abrir el navegador de cualquier dispositivo para entrar en la web y en sus contenidos.
  • Compatibilidad: Una página debe pasar por un proceso previo para que esté optimizada y así visualizarse correctamente en todo tipo de dispositivos mobile y sus diferentes sistemas operativos. Además, las direcciones URL de sitios web mobile se integran fácilmente dentro de otras tecnologías como SMS, los códigos QR y  NFC.
  • Evolutividad: Un sitio web móvil es mucho más dinámico que una aplicación si nos centramos en temas de actualización de contenido. Los cambios de un sitio se muestran de forma inmediata una vez se hayan realizado.
  • Fácil de compartir: La URL de las páginas se comparten más fácilmente entre los usuarios a través de un simple enlace (como por ejemplo dentro de un mensaje de correo electrónico o de texto, en un post de Facebook, Twitter o cualquier otra red social). Además son fáciles de encontrar en los buscadores de internet.
  • Tiempo y coste: Por último, pero no menos importante, el desarrollo web para dispositivos mobile es mucho más rentable y requiere de menos tiempo que el que necesita una app.

En cambio una aplicación móvil se caracteriza por lo siguiente:

  • Descarga previa: Las aplicaciones precisan que el usuario la descargue e instale primero antes de poder utilizarla. Una barrera significativa entre el compromiso inicial hasta llegar a la acción y a la conversión.
  • Versión para cada dispositivo: Las aplicaciones nativas requieren de una versión diferente para cada tipo de dispositivo así que la compatibilidad requiere que su desarrollo se haga de forma individualizada.
  • Actualizaciones: Cualquier tipo de cambio que queramos ver en una app mobile requiere de una actualización que nos facilitará el centro de notificaciones de nuestro dispositivo, solo podremos apreciarlos cuando nos descarguemos dicha actualización. 
  • No es fácil de compartir: Cuando se trata de compartir una app entre nuestros contactos, no lo tenemos tan fácil como lo haríamos con una web ya que no se trata de una URL que es mucho más accesible en la red.
  • Tiempo y coste: Es indudable que el coste de una app es mucho mayor que el de una web, requiere de un desarrollo mucho más complejo, adaptación y varias versiones para distintos dispositivos, al igual que el tiempo de realización, por todas estas cuestiones es mucho mayor.